Se acerca el otoño, y con él, el mal tiempo y las lluvias. Y a pesar de que los muebles de exterior están preparados para la intemperie, siempre es bueno seguir una serie de recomendaciones para proteger los muebles de jardín.
Según el material con el que estén fabricados nuestros muebles de jardín, usaremos unos productos diferentes para protegerlos:
- Muebles de jardín de madera: Si vamos a guardar los muebles de jardín en el otoño y el invierno es imprescindible aplicarles un barniz aceitoso antes de guardarlos, de esta maneras los rehidratamos después de estar todo el verano al sol.
- Muebles de jardín de acero inoxidable: Aunque el acero es inoxidable y son unos muebles muy resistentes, pueden corroerse. Al menos un par de veces al año debemos limpiarlos con agua y jabón. Existen además productos específicos para proteger los muebles de acero inoxidable.
- Muebles de jardín de aluminio: Son muebles más resistentes a la erosión que los de acero inoxidable, pero al limpiarlos debemos tener cuidado si usamos estropajos ya que se pueden rallar.
- Muebles de jardín de cerámica: Estos muebles son los que más resistentes y son además los más fáciles de cuidar, ya que simplemente bastará con un paño y un limpiador multiusos.
- Muebles de jardín de hierro: Este tipo de muebles se oxidan con facilidad, por lo que deben aplicarse pinturas especiales antioxidantes cada cierto tiempo para protegerlos.
- Muebles de jardín de ratán: Los muebles de fibras naturales como el mimbre o el ratán son muy sensible a la intemperie. Por ello es recomendable que si se mojan debemos secarlos lo más rápido posible, y si se deterioran o se estropean, aplicar barniz para madera. Para proteger este tipo de muebles debemos comprar lonas protectoras.
Además de usar tratamientos para proteger nuestros muebles de jardín, podemos comprar fundas protectoras para muebles. Este tipo de fundas deben ser de tejido resistente, si son en colores oscuros mejor, ya que de esta manera la luz del sol no afectará tanto a los muebles. Las mejores lonas o fundas protectoras suelen tener una cuerda ajustable en la parte de abajo para evitar que entre agua cuando llueva y para ajustarse mejor al mobiliario.
Puede ocurrir que no existan lonas con el tamaño suficiente para vuestros muebles de jardín, por lo que podéis usar lonas básicas, recortarlas y ajustarlas con cordones elásticos.
Lo importante a la hora de proteger los muebles de jardín de cara al otoño es evitar que el agua se filtre, y ajustar bien las fundas o anclar bien los muebles o baúles (perfectos para guardar los textiles de los muebles) para evitar que entre el agua o el aire. Alargando así la vida de nuestros muebles de jardín.